Hoy, el quid de la enseñanza y el aprendizaje no es transmitir lo que uno sabe, sino posibilitar que el otro aprenda. Partimos de este principio fundamental para analizar la relevancia de la competencia del uso y manejo de las nuevas tecnologías de la información. Como bien sabemos es una de las ocho competencias que enmarcan los objetivos y caracterizan los contenidos de nuestro currículo de Primaria. ¿Pero cómo se entiende esta competencia en un contexto real, en el cual gran número de los docentes trabajan como aprendices de las nuevas tecnologías mientras los alumnos son nativos digitales? ¿Cómo vivir esta realidad en las Escuelas gobernadas por maestros apáticos con este medio, maestros “incapaces” de asimilar (por razones varias) la compleja definición de lo que supone la competencia del procesamiento y manejo de la información de las nuevas tecnologías? Son muchas las preguntas que surgen tras la nueva demanda de la sociedad de integrar las nuevas tecnologías en el ámbito educativo. Además, parece no haber una única respuesta válida, ni un único camino para integrar esta competencia en nuestras aulas. Lo que sí parece claro es que se ha de producir un avance necesario, el paso de las TIC a las TAC, las tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento enmarcadas dentro de un contexto educativo y con un sentido de la experiencia posibilitada por la tecnología. Hablamos pues más allá de una herramienta novedosa que hemos de manejar a la perfección antes de presentarla a nuestros alumnos, sino de un medio que transforma desde la manera de trabajar en el aula (cooperativa, creativa, constructivista) hasta la manera de concebir el aprendizaje (el verdadero aprendizaje formado por las experiencias de los alumnos y el profesor). Hablamos de un medio que sirve para aprender y no de una herramienta para aprender su manejo. Creemos que la formación de los docentes es punto clave para llevar a cabo esta nueva competencia en el aula, pero no se puede entender como el mero manejo de ordenadores, Internet, video proyectores, pizarras digitales etc. y la transmisión de los contenidos tradicionales por medio de este nuevo medio, mediante un proceso de transmisión.recepción unidireccional. Se precisa mucho más, no se trata de adaptar el contenido a las nuevas tecnologías, sino adaptar las nuevas tecnologías a la búsqueda de información y adquisición de nuevos contenidos, contraste de información y en definitiva, la alfabetización en su sentido más amplio. Hablamos de un proceso en el cual tanto el profesor como el alumno son aprendices a la vez que enseñantes, sin olvidar claro está, que es el maestro el principal encargado de guiarlo.
Componentes del grupo: Andrés Quinzaños, Raquel Martinez, LAura Álvarez, Maryna Symonenko
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