El centro educativo es la unidad de cambio pero se necesitan personas comprometidas, autónomas, con iniciativa, colaboradoras y coordinadas para dinamizar todos los procesos que esto supone. En este sentido la dirección escolar ejercida en el centro será muy determinante, así como la visión y la actitud de los profesores sobre la educación. Por tanto la integración de todos los miembros de la comunidad educativa en el proceso de cambio es un factor imprescindible, ya que la escuela no mejora si no aprende de sí misma.
Por ello, los cambios en los centros educativos han de partir de una realidad práctica de las necesidades de la comunidad para que haya un autentico compromiso por parte de todos los agentes y así se produzca una diferencia y surja una mejora. En muchas ocasiones se empeñan en introducir nuevos planes que realmente no atienden a lo que necesitan las escuelas y se quedan en la simple teoría. Estos cambios impuestos difícilmente pueden traer consigo mejoras; en este sentido un cambio necesita tiempo para su consolidación y desarrollo si realmente queremos que tenga algún sentido para la comunidad educativa. Si el cambio tiene éxito el proceso lleva a estados de mejor confianza y desarrollo personal y grupal. Afrontar cambios requiere asumir riesgos pero... ¿es preferible quedarse donde uno está?.
Un tema de máxima actualidad son las nuevas tecnologías en la educación, en este sentido estamos totalmente de acuerdo en que las TIC´s por sí mismas no pueden considerarse como tecnologías de aprendizaje y conocimiento sino se enmarcan en un autentico contexto educativo. Con esto no pretendemos criticar su introducción en el aula, sino repensar como debe producirse este, ya que son un recurso presente en la vida de los niños y los jóvenes y que resulta en gran medida atractivo y motivante para su aprendizaje. En todo caso el punto de partida ha de ser una formación del profesorado sobre como utilizar, aprovechar y potenciar las TIC´s educativamente.
Por último, no podemos obviar el conjunto de complejos factores que hay que tener en cuenta para convertir las tecnologías de la información y la comunicación, en tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento.
Por último, no podemos obviar el conjunto de complejos factores que hay que tener en cuenta para convertir las tecnologías de la información y la comunicación, en tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento.
Grupo:
Andrea Acereda
Ana García
Julia Hoyos
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