En pleno Siglo XXI una cosa está clara; los centros educativos se tienen que adaptar a los nuevos tiempos.
El desarrollo de proyectos de innovación centrados en la mejora de la práctica educativa, siempre tienen un mismo objetivo: lograr lo mejor de todos los alumnos.
De ahí que siempre tenemos que favorecer los considerados puntos fuertes "strengths" de los alumnos como recurso, junto con esas innovaciones, para lograr el éxito de los discentes.
Aún a día de hoy, en muchos centros se mantiene una práctica pedagógica tradicional, basada en el modelo educativo que predominaba en el pasado. Es por eso, que en muchos centros, este tipo de prácticas innovadoras se ven como algo costoso y difícil de realizar, dado que los profesores que apuestan por un cambio se ven enfrentados, en muchos casos, a una amplia mayoría de la comundidad educativa que no apoya este tipo de prácticas.
Debido a esto, en diversos casos, no se puede llevar a la práctica.
Creemos que siempe va a ser más fácil y efectivo que toda la comunidad de aprendizaje trabaje junta, coopere; ya que si todos tienen responsabilidades, el desarrollo de cualquier tipo de práctica cooperativa será más fácil de realizarse.
Con ello, queda claro que toda la comunidad de aprendizaje tiene que trabajar unida para conseguir un fin común.
Por otro lado, la implicación de las TIC como herramienta de cambio no es en sí innovadora, depende del uso que se de de las mismas. Usar un power point no implica que estés usando de forma innovadora y efectiva las nuevas tecnologías.
Para finalizar, una cosa está clara, conseguir un clima positivo y de cooperación en una comunidad de aprendizaje es el requisito indispensable para que tanto las propuestas innovadoras como el éxito de todos los miembros de la comunidad educativa se convierta en el resultado al que todos debemos llegar.
Maryna Symonenko, Raquel Martínez, Andrés Quinzaños y Laura Álvarez.
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